El PAD presentó el estudio “La Familia Peruana del Bicentenario”, en el marco del IV Encuentro Internacional de Marketing 2012.
Por Silvia Torres. 04 diciembre, 2012.Las transformaciones demográficas, de ingresos económicos, de actitud y percepción marcarán el cambio en el bicentenario, que se caracterizará por una disminución del número de nacimientos, de familias y un aumento en el número de hogares. Es decir, no necesariamente primarán los vínculos consanguíneos.
La familia numerosa, camino al 2021, tiende a desaparecer para dar paso a familias, en el mejor de los casos, con uno o dos hijos, hogares monoparentales y también hogares VIB (Very important baby) formados por parejas adultas, con estabilidad laboral y social que experimentan una paternidad tardía.
Dentro de las tendencias de hogares también encontramos a los “jóvenes mayores”: figuras independientes, con alto poder de compra y necesidad de innovación; todos ellos mayores de 40 años y en capacidad económica y física para ser considerados un segmento de mercado muy importante.
A Garrido-Lecca estas tendencias le generan preocupación: “Me encantaría ver un país donde haya más familias que hogares, y van haber más hogares que familias. Uno de cada diez jóvenes sufre de anorexia o bulimia, la segunda causa de muerte es el suicidio. ¿Y no nos tenemos que espantar de que esto crezca? Si el 44% de los niños que nacen en el país lo hacen en un hogar inestable. ¿Qué podemos esperar?”.
Los jóvenes consumidores
De cara al 2021 tenemos que esperar a un consumidor hedonista, exclusivo, interesado en marcas no masivas, que quiere diferenciarse del resto y que no escatimará esfuerzos para lograrlo; que quiere que le hagan las cosas y cuya tendencia redundará en un despegue de servicios.
¿Por qué necesitamos de tantos servicios para vivir? José Garrido-Lecca ensaya una respuesta: “Una explicación es la carencia afectiva, nadie te escuchó. La casa se ha vuelto un lugar logístico, donde quizás no te esperan, sino que intercambias momentos y te vas. Los jóvenes se han educado así, han tenido que sufrir el vacío de dicho hogar”.
Entre las tendencias que el estudio reconoce en los jóvenes, figuran los Sink & Dink (siglas que provienen de las palabras single o double income y no kids), grupos conformados por jóvenes entre 25 y 35 años, sin hijos y con posibilidades de un estilo de vida más caro, enfocados en una vida práctica y de desarrollo profesional, sin preocupaciones familiares.
La contraparte a este grupo podrían ser los Kidults, jóvenes aún bajo el techo paterno, con nivel ejecutivo, pero que todavía mantienen características adolescentes, como la afición a los videojuegos. Completan esta clasificación los Communiteens, jóvenes menores de veinte años cuya característica principal es su perenne conectividad a Internet, la personalización y exclusividad con que manejan sus compras y su vida. “Estos jóvenes son los que en lugar de saludar al llegar a un sitio, te preguntan ¿tienes wifi?”, comenta .
El rol de la empresa
Los datos con los que el Director general del PAD inicia la presentación de los resultados del estudio “La Familia Peruana del Bicentenario” son fabulosas: crecimiento macroeconómico, subida de rankings internacionales, proyección comercial en alza. El Perú, sin duda, está en su mejor momento y así lo hace saber durante su exposición. Sin embargo, también las cifras nos dicen que vamos a ser menos, a estar más solos y volvernos más consumistas.
“Yo provoco esta sensación de paraíso para enfrentarnos después con un peruano egocéntrico, egoísta, que ha bajado tres puestos en el ranking mundial de solidaridad, pero que ya es la sexta economía del planeta en crecimiento. Esta acumulación de recursos puede traer deformaciones en las personas”, menciona Garrido-Lecca.
¿De qué manera las empresas pueden estar preparadas? “Primero tienen que reconocer que hay un cambio que nos demanda un análisis, y que el modelo de negocio tiene que ser distinto. Se debe cuidar el saber distintivo que se ha construido durante estos años y tomar una mejor posición para responder a las necesidades. La gente estará dispuesta a pagar lo que considera de valor”.
El reto para las empresas será darse cuenta de la importancia de resguardar a su consumidor. “Tratemos a las consumidores como personas y no sigamos fomentando ese consumo que te animaliza. La consecuencia antropológica es que deformas al ser humano, pero para tu mercado pierdes lealtad, no puedes proyectar, tus segmentos son inestables, tus propuestas de valor cambian”.
Vuelta de tuerca
“No tengo nietos, pero lo hago por ellos. Yo ya pertenezco a los jóvenes mayores, mis hijos (la mayoría) ya están grandes, pero sí pienso en los hijos de ellos. Tenemos una oportunidad única, las empresas y las instituciones, para dar una vuelta de tuerca y ver que todas estas tendencias son reversibles en el tiempo. Creo que tenemos que comprarnos el tema de una responsabilidad familiar corporativa para que cuando vean a un trabajador vean a una familia, a una potencial familia. Solo así podremos tener un destino distinto de aquel a donde parece que las estadísticas nos van a llevar”, finaliza el Director del PAD.